Por: Gaspar Velásquez Morillo
Fecha de publicación: 24/03/11
Fecha de publicación: 24/03/11
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Se ha afirmado que lo que sucede en las filas del movimiento estudiantil tiene su repercusión en la sociedad pero lo que sucede en la sociedad tiene sus consecuencias en el movimiento estudiantil.
Lo anterior tiene que ver con las largas coyunturas por las cuales ha cruzado rutilante el movimiento estudiantil venezolano, movimiento que ha jugado un papel relevante en esos momentos históricos que ha vivido la sociedad venezolana.
Veamos: cuando la guerra independentista el movimiento estudiantil brilló en el firmamento con la Batalla de la Victoria el 12 de febrero de 1814, cuando un conjunto de casi adolescentes y seminaristas se sumaron a las escasas filas militares del ejército comandado por el General José Félix Ribas quienes juntos hicieron añicos las bien armadas y numéricamente superior filas realistas, ocasionándoles lo que nunca se imaginaron en el ejército español, morder el polvo de la derrota.
Luego en la continuidad de la abrasadora historia patriótica, los y las jóvenes que conformaron la Generación del 28 irrumpieron en la escena socio política del país y se expresaron con la fuerza que le daba la injusticia, se expresaron con valentía contra la Dictadura de Juan Vicente Gómez descollando así liderazgos estudiantiles que luego se extendieron en el tiempo en el campo del activismo político partidista. Lo cierto es que asumieron su papel histórico con resolución, lo cual costó muertes, prisión y exilio de los más connotados dirigentes.
Destellando con su responsabilidad histórica el movimiento estudiantil vuelve a sentirse en la palestra pública en la década de los años cincuenta, las calles de Caracas y del resto del país se ven estremecidas por estudiantes y el resto del pueblo, una rotunda resolución nace del seno de los y las estudiantes y se van a la protesta pública retando la bárbara represión de la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez y de Pedro Estrada, director de la policía política del régimen. Una vez más el movimiento estudiantil se llena de gloria, es derrotada la Dictadura y el dictador marcha al exilio, estableciéndose en Venezuela un proceso de transición democrática.
Acontecida la traición al sentir y anhelo democrático del pueblo venezolano en la década de los sesenta, 70, 80 y 90 por parte del Pacto de Punto Fijo conformado por Acción Democrática, Copei y URD, es que un conjunto de jóvenes universitarios, muchachos y muchachas se lanzan desafiando las más crueles represiones tanto en la ciudad y el campo donde los partidos de la oligarquía y proimperialistas cerraron toda posibilidad la licita de lucha democrática puesto que la consigna de la época del gobierno adeco – proimperialista de Rómulo Betancourt fue “disparar primero y averiguar después”, a posterior con los sucesivos gobiernos de alternancia de AD y Copei: Raúl Leoni, Rafael Caldera I, Carlos Andrés Pérez I, Jaime Lusinchi, Luis Herrera Campins, Carlos Andrés Pérez II y Rafael Caldera II, estuvieron al orden del día, las desapariciones, torturas, cárcel, asesinatos políticos, juicios amañados en los tribunales y hasta la suspensión de la constitución y sus garantías, allanamiento a las universidades; todo este cuadro obligó a las y a los estudiantes abandonar las aulas universitarias y en los liceos y los y las estudiantes utilizaron la táctica de la lucha guerrillera en el campo y la ciudad.
Desde el año 1.992 estudiantes acompañaron al Comandante Chávez en la insurrección cívico militar y desde los cuarteles, desde las academias militares, desde las universidades y desde centro de trabajo y fábricas se hace sentir el rumor del descontento del pueblo. Estudiantes dejaron sus vidas en calles, regaron con su sangre la alborada de una nueva patria que estamos construyendo. Surgen nuevas universidades y centro de estudios, las Misiones y si todas son enternecedoras cuanto brilla de por si misma la Misión “Yo Si Puedo” y la Misión Milagro. Es devolverle la luz espiritual y física al pueblo y allí están los y las estudiantes dando su luz eterna de vida. “Ser culto para ser libre” decía con su verbo de esperanza, el poeta.
La panorámica histórica del ayer y que es descrita a grandes rasgos es distinta a la reinante en algunas universidades de hoy en día, estas se quedaron ancladas en las más recónditas cavernas de la historia.
Duele ver como determinadas organizaciones “estudiantiles” que aún pululan en ciertas universidades, son convertidas en franquicias que las ponen y que juegan también a consciencia en el juego de poder de las ambiciones rectorales que reina en los centros de estudios universitarios, para ello exigen y antes muchas veces pidan, le dan dádivas, privilegios, “cuotas” o miserias en el rejuego de politiquero de poder, con las promesas de incluir en la nómina universitaria con cargos de obreros o de empleados pero que no trabajan, les dan viajes de placer, les asignan vehículos personalizados, viáticos, financiamientos de sus actividades “estudiantiles”, donde algunas Federaciones y Centro de Estudiantes se oponen a nuevos ingresos puestos que eso compromete sus “asignaciones mensuales”, prefieren que las universidades sean centro de apoyo de las transnacionales, esta agotada “dirigencia” es silenciadas a punta de real, pulula la droga en sus espacios, en sus estacionamientos y aulas se hacen transacciones de este nefasto negocio, la operación colchón cobra vigor, algunos dirigentes estudiantiles reciben un “sueldo mensual” según su rango en la escala jerárquica de su organización estudiantil y según la importancia de su Centro de Estudiantes, según la Facultad; entonces los y las “dirigentes” se convierten en asalariadas, en sicarios y mercenarios a favor de los equipos rectorales y a su servicio, con la sonrisa complaciente de los partidos de la oligarquía, que saben muchos de esos intríngulis universitarios pero guardan silencio cómplice.
Pero a la vez que eso pasa, esos jóvenes de derecha o mejor de la ultra derecha utilizan a los partidos oligárquicos para sus propósitos pero a la vez los partidos utilizan a estos y estas dirigentes estudiantiles para engordar su franquicia partidista y dar la apariencia que son más y dar un supuesto lustre a sus siglas partidistas. Se chupan unos con otros.
Seguimos con esa oprobiosa e indigna conducta de algunos y algunas actuales sicarios o mercenarios estudiantiles de la derecha y ultra derecha del país o retomamos en alto las verdaderas y límpidas banderas de las causas y luchas estudiantiles. Estamos tomando esas banderas de la causa social y las y los adversarios estudiantiles en desesperadas tácticas de lucha centran los focos, los micrófonos de los medios de comunicación de la oligarquía, militantes ambos y comunes de la causa contrarrevolucionaria, pero lo cierto del caso es que están desesperados, con acciones descabelladas, sin tino, auto bloqueando marcos de negociación y con autogoles, el propósito contrarrevolucionario es calentar las calles, buscar estudiantes muertos, buscar adhesiones parlamentarias, las y los asambleístas se mueven con mucha cautela puesto que han quedado muy mal cuando las interpelaciones.
La dirigencia estudiantil bolivariana de unidad con el pueblo en su ámbito debe profundizar la revolución en su seno universitario y luchar por la progresividad de un nuevo modelo productivo e insertarse con fervor y entusiasmo para asumir los retos inmediatos y mediatos, deben abocarse a debatir la nueva Ley de Universidades; la Ministra Córdova ha de estremecer y tensar al máximo el Ministerio de Educación Universitaria saldando los pasivos académicos, financieros y de infraestructura para que termine de configurarse en Poder Popular para la Educación. El apoyo del Comandante Chávez es total, a si ha dicho y así se deja ver. Estamos ganando.
gaspar_velasquez@yahoo.es
@gasparvelasquez
Lo anterior tiene que ver con las largas coyunturas por las cuales ha cruzado rutilante el movimiento estudiantil venezolano, movimiento que ha jugado un papel relevante en esos momentos históricos que ha vivido la sociedad venezolana.
Veamos: cuando la guerra independentista el movimiento estudiantil brilló en el firmamento con la Batalla de la Victoria el 12 de febrero de 1814, cuando un conjunto de casi adolescentes y seminaristas se sumaron a las escasas filas militares del ejército comandado por el General José Félix Ribas quienes juntos hicieron añicos las bien armadas y numéricamente superior filas realistas, ocasionándoles lo que nunca se imaginaron en el ejército español, morder el polvo de la derrota.
Luego en la continuidad de la abrasadora historia patriótica, los y las jóvenes que conformaron la Generación del 28 irrumpieron en la escena socio política del país y se expresaron con la fuerza que le daba la injusticia, se expresaron con valentía contra la Dictadura de Juan Vicente Gómez descollando así liderazgos estudiantiles que luego se extendieron en el tiempo en el campo del activismo político partidista. Lo cierto es que asumieron su papel histórico con resolución, lo cual costó muertes, prisión y exilio de los más connotados dirigentes.
Destellando con su responsabilidad histórica el movimiento estudiantil vuelve a sentirse en la palestra pública en la década de los años cincuenta, las calles de Caracas y del resto del país se ven estremecidas por estudiantes y el resto del pueblo, una rotunda resolución nace del seno de los y las estudiantes y se van a la protesta pública retando la bárbara represión de la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez y de Pedro Estrada, director de la policía política del régimen. Una vez más el movimiento estudiantil se llena de gloria, es derrotada la Dictadura y el dictador marcha al exilio, estableciéndose en Venezuela un proceso de transición democrática.
Acontecida la traición al sentir y anhelo democrático del pueblo venezolano en la década de los sesenta, 70, 80 y 90 por parte del Pacto de Punto Fijo conformado por Acción Democrática, Copei y URD, es que un conjunto de jóvenes universitarios, muchachos y muchachas se lanzan desafiando las más crueles represiones tanto en la ciudad y el campo donde los partidos de la oligarquía y proimperialistas cerraron toda posibilidad la licita de lucha democrática puesto que la consigna de la época del gobierno adeco – proimperialista de Rómulo Betancourt fue “disparar primero y averiguar después”, a posterior con los sucesivos gobiernos de alternancia de AD y Copei: Raúl Leoni, Rafael Caldera I, Carlos Andrés Pérez I, Jaime Lusinchi, Luis Herrera Campins, Carlos Andrés Pérez II y Rafael Caldera II, estuvieron al orden del día, las desapariciones, torturas, cárcel, asesinatos políticos, juicios amañados en los tribunales y hasta la suspensión de la constitución y sus garantías, allanamiento a las universidades; todo este cuadro obligó a las y a los estudiantes abandonar las aulas universitarias y en los liceos y los y las estudiantes utilizaron la táctica de la lucha guerrillera en el campo y la ciudad.
Desde el año 1.992 estudiantes acompañaron al Comandante Chávez en la insurrección cívico militar y desde los cuarteles, desde las academias militares, desde las universidades y desde centro de trabajo y fábricas se hace sentir el rumor del descontento del pueblo. Estudiantes dejaron sus vidas en calles, regaron con su sangre la alborada de una nueva patria que estamos construyendo. Surgen nuevas universidades y centro de estudios, las Misiones y si todas son enternecedoras cuanto brilla de por si misma la Misión “Yo Si Puedo” y la Misión Milagro. Es devolverle la luz espiritual y física al pueblo y allí están los y las estudiantes dando su luz eterna de vida. “Ser culto para ser libre” decía con su verbo de esperanza, el poeta.
La panorámica histórica del ayer y que es descrita a grandes rasgos es distinta a la reinante en algunas universidades de hoy en día, estas se quedaron ancladas en las más recónditas cavernas de la historia.
Duele ver como determinadas organizaciones “estudiantiles” que aún pululan en ciertas universidades, son convertidas en franquicias que las ponen y que juegan también a consciencia en el juego de poder de las ambiciones rectorales que reina en los centros de estudios universitarios, para ello exigen y antes muchas veces pidan, le dan dádivas, privilegios, “cuotas” o miserias en el rejuego de politiquero de poder, con las promesas de incluir en la nómina universitaria con cargos de obreros o de empleados pero que no trabajan, les dan viajes de placer, les asignan vehículos personalizados, viáticos, financiamientos de sus actividades “estudiantiles”, donde algunas Federaciones y Centro de Estudiantes se oponen a nuevos ingresos puestos que eso compromete sus “asignaciones mensuales”, prefieren que las universidades sean centro de apoyo de las transnacionales, esta agotada “dirigencia” es silenciadas a punta de real, pulula la droga en sus espacios, en sus estacionamientos y aulas se hacen transacciones de este nefasto negocio, la operación colchón cobra vigor, algunos dirigentes estudiantiles reciben un “sueldo mensual” según su rango en la escala jerárquica de su organización estudiantil y según la importancia de su Centro de Estudiantes, según la Facultad; entonces los y las “dirigentes” se convierten en asalariadas, en sicarios y mercenarios a favor de los equipos rectorales y a su servicio, con la sonrisa complaciente de los partidos de la oligarquía, que saben muchos de esos intríngulis universitarios pero guardan silencio cómplice.
Pero a la vez que eso pasa, esos jóvenes de derecha o mejor de la ultra derecha utilizan a los partidos oligárquicos para sus propósitos pero a la vez los partidos utilizan a estos y estas dirigentes estudiantiles para engordar su franquicia partidista y dar la apariencia que son más y dar un supuesto lustre a sus siglas partidistas. Se chupan unos con otros.
Seguimos con esa oprobiosa e indigna conducta de algunos y algunas actuales sicarios o mercenarios estudiantiles de la derecha y ultra derecha del país o retomamos en alto las verdaderas y límpidas banderas de las causas y luchas estudiantiles. Estamos tomando esas banderas de la causa social y las y los adversarios estudiantiles en desesperadas tácticas de lucha centran los focos, los micrófonos de los medios de comunicación de la oligarquía, militantes ambos y comunes de la causa contrarrevolucionaria, pero lo cierto del caso es que están desesperados, con acciones descabelladas, sin tino, auto bloqueando marcos de negociación y con autogoles, el propósito contrarrevolucionario es calentar las calles, buscar estudiantes muertos, buscar adhesiones parlamentarias, las y los asambleístas se mueven con mucha cautela puesto que han quedado muy mal cuando las interpelaciones.
La dirigencia estudiantil bolivariana de unidad con el pueblo en su ámbito debe profundizar la revolución en su seno universitario y luchar por la progresividad de un nuevo modelo productivo e insertarse con fervor y entusiasmo para asumir los retos inmediatos y mediatos, deben abocarse a debatir la nueva Ley de Universidades; la Ministra Córdova ha de estremecer y tensar al máximo el Ministerio de Educación Universitaria saldando los pasivos académicos, financieros y de infraestructura para que termine de configurarse en Poder Popular para la Educación. El apoyo del Comandante Chávez es total, a si ha dicho y así se deja ver. Estamos ganando.
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