Por: Lusmery Alvarado
lusmeryalvarado@gmail.com
“Las naciones marchan hacia su grandeza
al mismo paso que avanza su educación.”
Simón Bolívar
El proceso de aprendizaje y su optimización constituyen una de las tareas más complejas y necesarias que cualquier sociedad, estado o país puede asumir en este momento histórico que vive nuestra patria, la patria grande de Bolívar; esto se debe al lugar elevado que ocupa la educación en el progreso de las naciones; bien lo dijo nuestro Libertador Simón Bolívar, “Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación.”
Uno de los problemas más complejos que se enfrentan en la educación universitaria es lograr, en el nuevo republicano, una actividad investigativa cotidiana, que les permita una actividad profesional reflexiva, crítica y transformadora de la realidad y del país.
Los seres humanos nos caracterizamos entre otras cosas por que transformamos la realidad que nos rodea de forma drástica, y todo ello con nuestras manos e ingenio, es por ello, que la práctica investigativa es importante en el proceso de aprendizaje y desarrollo del nuevo republicano, y adquiere mayor relevancia en la educación universitaria, en la que una adecuada interrelación entre los componentes laborales, académicos e investigativos garantiza la excelencia del proceso de de formación, transformación y aprendizaje. De igual manera, la motivación de los participantes está asociada a su actividad profesional, a su actividad como seres sociales; en definitiva, todos los contenidos que estudian tienen, como fin, prepararlos para la vida y para el trabajo con mucha responsabilidad social.
El aprendizaje se debe orientar hacia una actividad investigativa, que permita formar nuevos republicanos creativos, independientes, capaces de aplicar lo aprendido en pro de la transformación de la sociedad. Para ello, se requiere que los participantes se integren colectivamente en la búsqueda de los conocimientos, que piensen de un modo crítico, que sean capaces de aprender por sí mismos y de aplicar lo aprendido en la solución de los problemas de su profesión, erradicando así la opresión del educador y la dominación de los conocimientos; aprender investigando, los prepara para asumir las tareas que deben enfrentar en la vida, las tareas que deben desarrollar para defender la patria, para consolidar el proceso revolucionario y socialista que se lleva a cabo en nuestra Venezuela, liderada por nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez.
En el pensamiento educativo de José J. Martí podemos encontrar puntos de vista oportunos con el proceso de investigación en la enseñanza: “... y pensamos que no hay mejor sistema de educación que aquel que prepara al niño a aprender por sí. Asegúrese a cada hombre el ejercicio de sí propio”. “Edúquese en el hábito de la investigación...”. Insistió en la concepción de la educación como un fenómeno social integral e integrador: la educación para la vida, pero sustrayéndola del positivismo norteamericano; define la educación para la vida, que el hombre viva su tiempo, se prepare para vivir su tiempo y transformar su realidad, para salir a flote, recordemos ese sabio legado “Es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época, y la época”. En su pensamiento pedagógico estuvo latente la necesidad de enseñar a pensar, de ejercitar la mente y que los participantes trabajen con independencia.
Finalmente, vale la pena enfatizar en las ideas principales del pensamiento martiano:
- La enseñanza tiene que ser científica, de modo que prepare a los participantes para la vida y la sociedad, para la época que les toca vivir, prepararlos para saber hacer en función del desarrollo.
- Necesidad de formar a los participantes en el vínculo de la teoría con la práctica, desarrollarlos vivos e independientes.
- Cambiar la instrucción de verbal en experimental, de retórica en científica, y formar participantes que sean capaces de dar solución creativa y transformadora a los problemas de su realidad.
- Planteó el principio del vínculo estudio – trabajo – comunidad.
“...No concebimos al maestro con métodos artesanales de trabajo, lo concebimos como un activo investigador, como una personalidad capaz de orientarse independientemente, como un intelectual revolucionario que toma partido ante los problemas y plantea soluciones desde el punto de vista de la ciencia”. Fidel Castro Ruz
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