Por:
Gaspar Velásquez Morillo
Fecha
de publicación: 18/09/15; 07:57 am
“Nada es más
potente que una idea cuando le llega su tiempo histórico” le oí decir al
Comandante Supremo Hugo Chávez Frías en su programa televisivo; la Misión
Fronteras anunciada por el presidente Nicolás Maduro es la resultante
paradigmática, trascendental, del gobierno revolucionario de Venezuela, ante lo
ocurrido en el límite colombo venezolano: el ataque artero por paramilitares colombianos
a militares venezolanos en territorio venezolano; la invasión silenciosa de
todo el territorio nacional por estos grupos armados irregulares; la conducta
indigna y esperada por parte del actual, como de los anteriores gobiernos
colombianos, quienes protegen, así como justifican las disímiles anomalías fronterizas,
haciéndose las y los indiferentes ante aberraciones jurídicas implementadas por
el propio Estado y gobierno colombiano –repetimos, del pasado como del
presente- en connivencia con las casas de cambio, la oligarquía colombiana y
sus mega potentes medios privados de comunicación.
La encomienda misilística de
los fundamentos teóricos y conceptuales, como práctica de la Revolución
Socialista Bolivariana y que nos legó el Comandante Chávez y siguiendo lo mandatado
para ser fiel a Simón Bolívar “…construir una sociedad justa y amante de la
paz…”, lo cual se deriva en la construcción de un nuevo Estado nacional,
expresado en la República Bolivariana de Venezuela; no ha sido fácil el camino
de construcción hacia dicha República en paz y en democracia, pero es el camino
que se escogió y no saldremos de allí, pero los caminos son también resultantes
históricas; entonces, los enconados enemigos históricos internos y externo
–apátridas e imperiales y proimperialistas- se han confabulado y valido de
todo! y hemos tenido que combatir en distintos frentes de combates -hasta
simultáneamente- entendiendo que el Socialismo se Conquista Peleando, lo
importante es que el gobierno, no pierda la iniciativa político - comunicacional
e instrumente políticas públicas que
beneficien al pueblo y busque los mecanismos de defensa hasta en el ámbito
militar.
Lejos de “coyunturerismo”
emocional o del patrioterismo hay que abordar conscientemente la situación de
las fronteras, saber que implica las fronteras en su carácter, estratégico,
productivo, movilidad humana, comercialización, entre otros aspectos, pero no
perder de vista, lo neurálgico que es el territorio, en lo cultural,
ideosincrático, en el gentilicio pues, son los sensores que dan una lectura
temprana de previsión y de la evolución del resto del país.
Venezuela aún en el presente,
el grueso de su población, casi el 60%, vive en la franja norte costera; 20% en
la franja norte llanera y el resto vive al Sur del país. Es la herencia
colonial. Sobre las fronteras, falta mucha tela que cortar, pero la Misión
Fronteras puede ser un buen punto de arranque “dame un punto de apoyo y moveré
las fronteras” a otra dimensión para desechar la expresión despectiva de
referirse a lo lejos “de donde se devuelve el viento”.
Desde la novelística
venezolana de años remotos, se apreció la importancia de la interconexión,
lacustre, fluvial, costero, carreteras y el ferrocarril, allá viene el
ferrocarril! evocaban o alucinaban quienes con esa esperanza incursionaban al
medio rural y con él, esperaban ansiosos contar antes de morirse, el arribo del
desarrollo, la industrialización, la salud, la educación, puestos militares y
centros de atención civil, entre otros beneficios. Sembrar el petróleo también
en los ambientes rurales y fronterizos.
Universidades, centros de
investigación, escuelas técnicas, ministerios y dependencias gubernamentales en
idónea y bien pensada, interrelación, interdependencia, interacción e
integración deben abocarse a la frontera…pero…el protagonismo del pueblo es
vital…lo contrario es la muerte de la identidad nacional, del gentilicio, no
basta con un documento de identidad, hace falta, mucha falta! eso que te llena
de orgullo al decir de dónde eres. El texto constitucional consagra tales
disposiciones en muchos párrafos de sus artículos, hay que darle organicidad.
Dícese de dos líderes
políticos que recorrieron toda Venezuela, referencian biógrafos, a Rómulo
Betancourt, pregonando a su partido proimperialista, buscando votos para
imponer su concepción de democracia “de disparar primero y averiguar después”.
La otra persona que destelló
pero con luz propia, fue el Comandante Chávez, puede afirmarse que triplicó el
recorrido por Venezuela, por cada pueblo, compartió con personas y personajes,
batió barro en barrios, se sentó a comer, a tomar café, frente a un fogón de
leña, compartió con pueblos de ríos, rurales y lugares citadinos, pero ese amor
por la Venezuela de dentro fue lo que lo seducía, solo un ser especial, que
exaltó su música, respetó, su modo de vida, su cosmovisión, sus creencias y los
calificó como los oriundos de la Venezuela profunda, ya sean indígenas o
criollos. Es que Chávez, estaba en todo y estará en todo.
El reto pues, es construir
paulatinamente el nuevo Estado nacional, que no puede esperar para el después, esas
prácticas que hoy llevamos a cabo en la vida societal venezolana era muy
necesario incluir el tema de frontera. Muy buena iniciativa presidente Nicolás
Maduro, cada día que pasa se va consolidando Ud. como un estadista, no podía
ser de otra madera, si, madera.
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