Por:
Gaspar Velásquez Morillo
Llega la información que la isla caribeña
de Cuba vive las mayores temperaturas promedio de los últimos años; siempre han
sido calurosos los meses de julio, agosto, septiembre, la inmensa mayoría de
las y los estudiantes que cursan estudios en las distintas universidades y que
provienen de diferentes países del mundo se suman al trabajo voluntario que se
ejecuta desde que el Comandante Che Guevara con su ejemplo luminoso en la
década de los sesenta irradió ese entusiasmo para sacarle tiempo al tiempo.
Para quienes llegamos a estudiar a la Isla
con una cultura política aceptable y para quienes no, se dicen tantas cosas de
Cuba, que todo nos inspira curiosidad y todo lo queremos saber, de la cotidianidad
de la gente y su mística revolucionaria, del desempeño de sus instituciones, ya
Raúl, perdón! el General de Ejército y Presidente de la República de Cuba Raúl
Castro develaba con vehemencia en la Cumbre de Panamá de 2015, palabras más
palabras menos: “Cómo puede ocurrírsele a alguien que nosotros tenemos obligado
a un pueblo a permanecer en Revolución, el pueblo de Cuba es revolucionario de
por sí”.
Es cierto, las y los miles de miles de
estudiantes del mundo que han pasado por las aulas en la revolucionaria Cuba
han de dar fe del humanismo, del desprendimiento de Cuba por compartir hasta lo
poco que puedan tener y millones de cuartillas serán insuficientes para
explicar por escrito y miles de horas radiales y televisivas no serán
suficientes para detallar la generosidad de Cuba, de las y los cubanos, pues
esa horma histórica está rescatada de la historia y ya en los diferentes
pueblos de Latinoamérica y el Caribe desbrozan los caminos de la historia
propia, para reencontrarse en la historia común.
En esa tarde de agosto del año 89 ó 90, en
las afueras de San Antonio de los Baños, un festivo y colorido colectivo de mi
Escuela de Periodismo de mi Universidad de la Habana y entre estudiantes
cubanos y cubanas, así como estudiantes, en mi caso de Venezuela, otra
filandesa-mexicana, angolanos, y hasta en varias oportunidades nos acompañó el
ministro de educación universitaria de entonces como uno más junto con su
equipo de trabajo, pues nos sumamos a la recolección de papas, eran jornadas
bien disciplinadas, rendidora, y estaba en el ambiente la contabilización de la
capacidad de trabajo de cada quien al llenar la mayor cantidad de sacos de
papas. En la noche, nos cedían una merecida velada con música y a pesar de las
agotadoras faena diaria, todas y todos, echábamos un pie, recuerdo que a mi me
gustaba mucho una canción del Grupo Moncada que el coro decía...“Yo te quería
María”... y la de Van Van ...Sombrero de Yarei...
En una tarde de esas cuando jugábamos
volibol en habilitada cancha, la pelota sale del espacio y salgo a buscarla,
corro detrás de ella que iba rauda hacia la entrada a la finca y en ese momento
veo que llegan tres vehículos de negro color y se baja del carro que venía en
el medio la imponente figura del mismísimo Fidel, perdón! del Comandante Fidel
Castro, yo me quedé petrificado, sin poderlo creer, me extendió la mano y me
dijo, “¿tú eres el venezolano?”. ¿Quién pudo haberle dicho tal dato entre tanto
jóvenes que estábamos allí? ¿Testigos? Pues la seguridad del Comandante! Yo
quedé obnubilado! En mis clases nos decían apelando al sentido de historia:
-tengan en el bolsillo dos preguntas por si ven a Fidel! Yo no sabía qué hacer,
ni qué preguntar. No se burlen...pero se me bajaron los breaker!
Enseguida el Comandante Fidel fue rodeado
por las y los estudiantes, una montaña de manos iban y venían y se prendió la
algarabía por saludar al Comandante Fidel. Fidel empezó a preguntar y a
preguntar...
Testimonio del encuentro de aquella tarde
de agosto quedaron varias fotografías, apenas empezó el año escolar en
septiembre, al cabo de dos o tres días, llegaron a mi Escuela de Periodismo un
sobre manila amarillo con la cantidad de fotos de ese encuentro en San Antonio
de los Baños, la distribución vino perfecta, una foto para cada una y para cada
uno de las y los que nos encontramos con la historia viva.
Mi asignación fotográfica cuando regresé a
Venezuela en el año 92 anduvo conmigo por varios estados -tiempos difíciles
aquellos- y no sé quien me la guardó o escondió, lo cierto, es que no doy con
ella, mi hermano cubano y colega Randy hace año y medio quedó en enviarme
copia, y me dijo con seguridad de Notario: “-tan pronto la consiga te la hago
llegar”. No sabemos en cuál baúl la está buscando, pero tengo fe.
Lo cierto de todo, es que en cada mes de
agosto nos llenamos de júbilo porque Fidel está de cumpleaños, en este 2015 ya
son 89 primaveras y de seguro que cada joven -somos jóvenes eternos porque son
revolucionarias y somos revolucionarios - de cualquier latitud en el mundo
mostrará su júbilo y su satisfacción de haberse graduado en los prestigiosos
estudios universitarios en Cuba, gracias a Fidel! Gracias a la Revolución
cubana!
Felicitaciones Comandante! nuestro
Comandante...! Que sean muchos más...!
gaspar_velasquez@yahoo.es
Blog El Mural de Gaspar.
Facebook / Gaspar Velásquez
Morillo
@gasparvelasquez
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