Por:
Gaspar Velásquez Morillo
Fecha
de publicación: 18/09/15; 08:00 am
Anuncian formalmente, el
encuentro entre el presidente Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos, y tal cita
da la medida y dimensionamiento de la configuración de las nuevas relaciones
internacionales que se están llevando a raíz de los nuevos espacios de concertación
institucionales que surgen en América Latina y el Caribe, que una vez más, es
demostración fehaciente de la inoperancia de la Organización de Estados
Americanos, indecente es, cuando el Secretario de dicha estructura, sin la
ecuanimidad de su investidura se apersonó en Cucutá – Colombia, una vez que la
propuesta gubernamental colombiana fue derrotada en votación en el seno de esa
agónica estructura proimperialista.
Basta abrir, en cualquier
cancillería del mundo, en la sala de redacción de cualquier agencia de prensa,
hasta en la misma nunciatura, algunas de sus gavetas y archivos para que
aparezca el “Expediente: Colombia” y sus tétricas expresiones documentadas de
muerte, terror, guerra, desplazados, crímenes políticos, 7 bases militares
gringas, narcotráfico, paramilitares, sicariatos, fosas comunes, violación de
los Derechos Humanos y criminalización de las protestas populares, políticas
neoliberales con la firma del Tratado de Libre Comercio con EE.UU., secuestros,
desempleo, privatización de la educación, privación del sistema de salud para
el grueso de la población, entre otros aspectos, todos en contraste con lo que
se vive en Venezuela, que es sólo un botón de lo que se ha propuesto el
gobierno bolivariano en lo que va del siglo XXI y lo que ha hecho con denuedo a
pesar de los actos antidemocráticos en que se ha empeñado los sectores
oligárquicos de Venezuela, los partidos oligarcas y EE.UU. para impedir el
avance del proceso revolucionario en la tierra de Simón Bolívar.
Equipararse en un trato de
respeto, de responsabilidades mutuas de las relaciones fronteriza, acompañar la
convivencia con reglas concordadas de acompañamiento policial-militar en sus
respectivos ámbitos de competencia, el compromiso gubernamental indelegable de
diseñar y ejecutar políticas públicas es función de los gobiernos, entonces, el
entendimiento no pasa porque el gobierno de Venezuela asuma las políticas
neoliberales que propugna y ejecuta el gobierno colombiano, como de forma
abusiva e irrespetuosa expresó la Canciller colombiana, sin un ápice de rubor,
justificó la exclusión de las grandes mayoría de sus connacionales, tan sólo
plantear eso, es estar desfasados hasta de las Encíclicas, donde por boca del
propio Papa llama a distanciarse del Neoliberalismo y de la exclusión en todas
sus expresiones.
El gobierno colombiano quiso
presentar sus argumentos como de alto kilates y resultaron baratijas tan sólo
con un sencillo análisis.
Se dará la cumbre Maduro –
Santos, pero el pueblo colombiano saldrá de esososcuros abismos y está
despertando y aprenderá de las lecciones que el pueblo venezolano ha dado para
la historia y cómo está hablando de pie, construyendo su propia historia con el
pecho henchido de orgullo de lo que es, desplazando a los sectores oligarcas
“criollos” que siempre detentaron la renta petrolera venezolana para su
exclusivo beneficio y usufructo de clases, mientras que el grueso de la
población pasaba las penurias que tal cual hoy vive el pueblo colombiano.
Por eso el presidente Juan
Manuel Santos, habló para su barra y seguidores, pero jamás para el pueblo de
Colombia, de quien tenemos la intuición que está haciendo su propia partitura
para hablar con voz propia, hacemos votos para que ese nuevo parto histórico no
sea traumático. Ojalá sea pronto...antes de que perezca.
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